ENTENDER EL PROCESO FOTOGRÁFICO
En esta sección iré dando algunas pautas con las que iremos entendiendo el proceso fotográfico y los diferentes parámetros que actúan sobre la manera de formarse las imágenes con sus diferentes características. Desde el comienzo de la era digital hasta el presente se han ido perdiendo por el camino algunos conceptos básicos en lo referente a la forma de tomar y componer una fotografía. Los programas de edición, cada vez más potentes, con más herramientas y cada día más fáciles de utilizar por el público en general, han hecho perder importancia a estos conceptos.
El mismo hecho de no realizar las fotografías con una cámara de fotos, sino con avanzados teléfonos móviles inteligentes, tablets, ipad y demás artilugios tecnológicos llevan, en sí mismo, la consecuencia de desconocer el cómo se produce la fotografía en sí y los diferentes parámetros que actúan sobre el resultado final de la misma.

Obviamente, y como todos intuimos, el elemento más importante a la hora de tomar una fotografía es la luz, y más concretamente la luz necesaria y suficiente para que nuestra fotografía salga correctamente expuesta.
Para explicar este concepto siempre he puesto un ejemplo muy fácil de entender: imagina que necesitamos llenar una botella de un litro de agua y disponemos de un grifo. Si abrimos poco el grifo necesitaremos un tiempo determinado para llenar la botella; si abrimos más el grifo tardaremos menos tiempo en llenarla, pero al final tendremos la misma cantidad de agua: un litro.

En fotografía estos dos parámetros, tamaño de la abertura del grifo y tiempo abierto, serían, respectivamente la abertura del diafragma y el tiempo que éste permanece abierto.
Otro parámetro del que depende la cantidad de luz que necesitamos es la sensibilidad de la película a la luz (una película más sensible necesitará menos luz que otra menos sensible). No entraré aquí en las especificaciones técnicas que hacen a una emulsión más o menos sensible. La escala que determina esta sensibilidad no es única, aunque la más conocida es la escala I.S.O. (siglas que corresponden a International Organitation for Standardization), y es la fusión de dos escalas anteriores: la escala D.I.N. y la escala A.S.A. e indica los valores de estas dos escalas separadas por una barra. Por ejemplo ISO 100/21
Una vez que sepamos la cantidad de luz necesaria y suficiente que necesita nuestra fotografía, conociendo la sensibilidad de la película, podremos conseguirla con diferentes combinaciones de apertura y tiempo. Por lo tanto, dada una combinación correcta, podemos modificarla de forma que si abrimos más el diafragma, deberemos acortar el tiempo de exposición; y si lo cerramos, deberemos dejarlo más tiempo abierto para que al final llegue la misma cantidad de luz correcta al sensor de la cámara (en fotografía analógica, a la emulsión sensible de la película).
Las diferentes aberturas del diafragma se designan con la letra f: seguida de un número:
f:1,8 – f:2,8 – f:4 – f:5,6 – f:8 – f:11 – f:16 – f:22
Hay que tener en cuenta que a menor número de diafragma corresponde una abertura más grande; a medida que el número es mayor, la abertura es más pequeña. Los pasos o stop de un número al siguiente implica una abertura la mitad de pequeña (deja pasar la mitad de la luz), por lo que habría que exponerla el doble de tiempo. f:5.6 dejaría pasar la mitad de luz que f:4, por lo que si con un f:5,6 el tiempo de exposición es 1/125 de segundo, con f:4 el tiempo de exposición debería ser 1/250 de segundo.
En cuanto al tiempo de exposición, puede durar desde 1/4000 de segundo hasta minutos dependiendo de las características técnicas de la cámara. Como esta entrada son para adquirir unos conocimientos básicos, pero muy importantes para entender el proceso de la toma de una fotografía, imaginaremos una máquina fotográfica que pudiera realizar disparos a una velocidad desde 1/1000 (una milésima de segundo), hasta 1 segundo. La escala sería 1/1000 – 1/500 – 1/250 – 1/125 – 1/60 – 1/30 – 1/15 – 1/8 – 1/4 – 1/2 – 1
1 segundo abierto el diafragma sería el doble de tiempo que 1/2 (medio segundo), que a su vez sería el doble de tiempo que 1/4 (un cuarto de segundo)… y así sucesivamente.
Conociendo ya el concepto de estos dos parámetros (abertura del diafragma y tiempo de exposición), y dada una sensibilidad ISO determinada, vamos a poner un ejemplo:
Imaginemos que para exponer bien una toma fotográfica necesitáramos una abertura de diafragma f:8 y una velocidad de obturación de 1/125; entonces, nuestra fotografía también estaría correctamente expuesta con una combinación f:11 – 1/60 (hemos cerrado la abertura a la mitad aumentando al doble el tiempo de exposición).